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jueves, 18 de abril de 2024 20:06h.
Opiniones

Méndez no deja tranquilo a Gayoso

Si la fusión gallega patina podrá ser por muchas razones, pero en ningún caso por falta de emoción. Hasta el último segundo. El joven presidente Feijóo se cree o dice que cree que no pasa nada, que la fusión es un hecho y que todo es normal. Una vez más, se nota que le faltan claves o que si dispone de ellas no lo demuestra, por activa o por pasiva.

Si la fusión gallega patina podrá ser por muchas razones, pero en ningún caso por falta de emoción. Hasta el último segundo. El joven presidente Feijóo se cree o dice que cree que no pasa nada, que la fusión es un hecho y que todo es normal. Una vez más, se nota que le faltan claves o que si dispone de ellas no lo demuestra, por activa o por pasiva. Las claves de la fusión gallega han estado en Madrid, cuando él pensaba que estaban en Galicia, y siguen estando en el mismo sitio. Bueno, también en A Coruña y en Vigo, pero menos. La primera clave fue hacer la fusión que no quería Feijóo, sino la otra, que se llama también fusión pero no es la misma, porque manda Gayoso, el hombre al que el presidente y Santiago Rey quisieron mandar para casa. Digamos que en Madrid decidieron hacer una fusión que le llevó a lamentarse a Feijóo de ser un presidente que mandaba poco. “¿Qué pasa, que quieren que mande solo en la organización de las fiestas del Xacobeo?”, se lamentó Alberto en un ambiente de confianza. Intuía bien los deseos del poder socialista, que por no querer seguramente tampoco querría que Feijóo organizase los conciertos. La segunda clave fue desembarcar a Méndez del crucero del futuro. En Madrid sabían bien lo que hacían: Méndez es un peso pesado de las finanzas en España y no se le podía dejar suelto. ¿Y acabaron con él? Ah, quién sabe... Y viendo los nervios que hay en Vigo, en vísperas de la asamblea de Caixa Galicia, cualquiera diría que sigue vivo. Porque si Méndez entrase el lunes o en otro momento en la asamblea de Caixa Galicia podría tener acceso al consejo y dar el asalto al poder, lo cual levantaría a Julio del asiento. Como ayer por la tarde, y eso que hacía buen día en Vigo y el ambiente era de lo más agradable para descansar a gusto en Canido. Está visto que Méndez los pone a todos de los nervios hasta el último segundo. Incluso a los de Madrid, aunque a estas alturas también sucede que ya cuesta diferenciar quién es quién en esta inmensa feria de vanidades financieras y políticas. Lo único que parece claro es que Gayoso no quiere ver a Méndez delante, ni siquiera en la asamblea, a pie de obra. Por mucho que se enfunde el mono azul, Julio lo estará viendo de ingeniero-jefe.

Menuda tensión, también en los cuarteles generales mediáticos, donde ya negocian a varias bandas: si falla la ‘operación Méndez’, su verdadero plan A, por ahí anda Caste de hombre bueno. La cosa está tan apurada que ya hay que invitar a comer a Pego. A eso se le llama diversificar el riesgo. Sí señor.

En la decisiva asamblea de Caixa Galicia del lunes habrá siete bajas, de modo que sobra sitio para que se suba Méndez. Pero a esta hora parece que no se subirá. Sin embargo, a Julio alguien le fue a contar “oye, cuidado con el rubio de oro” y cundió el pánico. La sosegada fusión que se imagina Feijóo casi salta por los aires.

A este paso van a triunfar los abanderados de que deben ser García de Paredes y Pego los que se hagan cargo de todos los mandos. ¿Sin salvador? Ah, eso no toca este lunes, pero puede tocar cuando no haga sol. Y es que estos de Madrid no paran, ni con los suyos, sean o no sean todos ellos suyos de verdad, que esa es otra...