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jueves, 18 de abril de 2024 03:53h.

La clave es producir y no solo ajustar

La situación económica española es tan asfixiante que a veces somos dados a creer que puede haber noticias o reuniones -como la deMariano Rajoy con Angela Merkel en Chicago- capaces de marcar un antes y un después. Por desgracia, esto no es así. “No es eso, no es eso”, que diría Ortega y Gasset.
La situación económica española es tan asfixiante que a veces somos dados a creer que puede haber noticias o reuniones -como la deMariano Rajoy con Angela Merkel en Chicago- capaces de marcar un antes y un después. Por desgracia, esto no es así. “No es eso, no es eso”, que diría Ortega y Gasset. Son muchos y graves los problemas y pocos y leves los remedios, a la espera de suavizar el calendario de cumplimiento del déficit, de abrir nuevas líneas de crédito a la banca y de concretar el plan de crecimiento que ultima la Unión Europea.

¿Los problemas? Se habla tanto de déficit, deuda y prima de riesgo que entre todos nos olvidamos de lo más sustancial: la balanza por cuenta corriente, concepto que apenas se menciona en el debate político y que comprende los saldos por transferencias, mercancías y servicios; es decir, un dato que resume lo que es un país. En palabras llanas, se puede tener mucho déficit si hay con que pagarlo, caso, por ejemplo, de Japón. España precisa producir más y exportar más, ése es el reto de fondo, y mientras no lo haga seguirá agobiada con sus deudas, tanto públicas como privadas. Volviendo al ejemplo de Japón, vemos que tiene más déficit público que España pero, sin embargo, nadie le niega crédito ni le exige altos intereses porque puede financiar su deuda con el superávit por cuenta corriente, gracias a sus exportaciones.

En España, mientras tanto, todo se reduce a la austeridad fiscal y a reformas financieras virtuales, lo que entraña más riesgo de fracaso que de otra cosa, ya que el problema es más de crecimiento que de déficit, y eso no se arregla solo con recortes estatales y autonómicos. Es preciso trabajar más a mejores precios, recuperar la economía, exportar más y, en definitiva, mejorar la balanza por cuenta corriente. Angela Merkel, que es quien gobierna en España, nos hace la hoja de ruta del ajuste; lástima que no nos trace de paso el camino de la producción para superar la recesión y aumentar el empleo. Sería el mejor camino para darle la razón a los grandes empresarios españoles que, liderados por César Alierta (Telefónica), Emilio Botín (Santander) e Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), ultiman un informe para avalar al ministro Luis de Guindos cuando dice que la percepción de la situación de España es peor que su realidad. Es posible que los mercados estén exagerando la penalización que, vía tipos de interés, merece España, pero lo cierto es que mientras no se les demuestre lo contrario o Alemania nos eche una mano todo seguirá igual. @J_L_Gomez