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domingo, 05 de mayo de 2024 00:02h.
Opiniones

Zapatero, al más puro estilo Rajoy

El líder del PSOE, José Luis

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, siempre fue conocido por su antropológico optimismo, su audacia y su capacidad inmediata de respuesta, con aciertos y desatinos. Hasta hace bien poco, si algo no se le podía reprochar es que fuese ambiguo. Ahora ya sí. Su postura ante una crisis no reconocida a tiempo y mal gestionada ha terminado por contagiar su credibilidad política y ya amenaza con extenderse a todo el PSOE, a pesar de la solidez de esta marca política a lo largo de la historia democrática de España. Zapatero está eludiendo los problemas al más puro estilo Rajoy, confiando en que el mero paso del tiempo contribuya a diluirlos. Si solo se tratase de sus problemas, quizá podría copiar al líder del PP, pero tratándose de los problemas del país, la cosa cambia.

La situación económica de España es grave, nada indica que vaya a dejar de serlo de inmediato –más bien todo lo contrario– y el país precisar saber qué pasa con quien supuestamente lo dirige, de la mano de la canciller alemana Angela Merkel. No puede negársele que tiene apoyo parlamentario suficiente para terminar la legislatura, pero ese amplio respaldo se supone que es para gobernar y no para marear la perdiz. Ni ante los suyos, ni ante el conjunto de los ciudadanos. Cuando Rajoy se esconde de los problemas que tiene y, aparentemente, no se da por enterado de la corrupción o de sus propias contradicciones, como mucho está lastrando su imagen y su valoración en las encuestas, que por algo es muy baja, o en el peor de los casos, está perjudicando los intereses de su partido, pero no así el presente de España, ya que quien gobierna es Zapatero.

ZP puede quedarse o irse. Si se marcha, el PSOE podrá activar el recambio ya y sus candidatos en las elecciones del 22 de mayo se sentirán más aliviados del temor que tienen a pagar la factura de su líder. Y si se queda, debe ser responsable y contarle la verdad al país que gobierna o, cuando menos, buscar un ministro o ministra de Economía que haga lo propio. Sea como sea, hay algo que no puede evitar: Zapatero está gobernando con el apoyo a un programa que ya no vale. Cuanto antes actúe en consecuencia, mejor para él y para España. También, por supuesto, para el PSOE.

La situación del PSdeG en este contexto tan adverso para los intereses generales del PSOE es delicada. Tras la pérdida de la Xunta por errores propios, ya pagados por Emilio Pérez Touriño, los socialistas gallegos tienen mucho a su favor para seguir gobernando en la Galicia urbana. Ninguno de sus alcaldes tiene problemas graves y su gestión, en general, es percibida favorablemente. Sus inquietudes tampoco están en el funcionamiento de los gobiernos de coalición con el BNG, ni siquiera en los temores a que el PP quiera embarrar de nuevo el campo electoral en Galicia, aprovechando su maquinaria partidaria, mediática e institucional. Solo les inquieta Zapatero y lo que éste haga en el PSOE y en España. Quizá por eso miran cada día más a los ojos de su paisano José Blanco, el número dos del partido.