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sábado, 18 de mayo de 2024 04:01h.
Opiniones

Rafael Correa, conmovedor

Este espacio de Xornal.com tiene hoy dueño: pertenece a Rafael Correa, el presidente de Ecuador.

Este espacio de Xornal.com tiene hoy dueño: pertenece a Rafael Correa, el presidente de Ecuador. Así habló en la televisión pública de su país cuando fue retenido por la policía en un hospital de Quito:

“Dispararon bombas lacrimógenas al Presidente de la República de la forma más cobarde, lanzaron una bomba muy cerca, que me aturdió por varios segundos, para que me asfixiara con el gas lacrimógeno. No pude respirar y me cargaron en hombros para ingresar al hospital. Estoy con suero y con tratamiento en la pierna, recuperándome en el Hospital de la Policía. Hay una distorsión social. Se le ha dicho a la gente que se les va a bajar los sueldos. Prácticamente tienen secuestrado al Presidente de la República, una conspiración que se ha venido planeando por largo tiempo. Me matarán a mí, como decía Neruda, podrán cortar las flores, pero no quitarán la primavera. Vendrán miles de Rafael Correa. Declarar el Estado de emergencia es una posibilidad que existe en medio de esta conspiración. Lo que más puedo perder es la vida, que la perderé gustoso para sacar adelante la Patria. Es inadmisible que por una tontería así se haga tanto daño a la República. Es la Oposición, está es una conspiración. Hemos recibido apoyo internacional, de José Miguel Insulza, del presidente Hugo Chávez... Hago un llamado a esos policías patriotas, que son la mayoría, a volver a la normalidad. Sancionar a los responsables, porque eso no se puede permitir. Si algo me pasa, la responsabilidad es de ellos, yo envío mi saludo a mi familia. Están tratando de introducirse en mi habitación, no sé si para agredirme”.

Realmente, se trata de un testimonio cargado de dignidad que, más que quejoso o quejumbroso, resultó desgarrador, emocionante y emotivo. Conmovedor.

Produce escalofríos contemplar una democracia en peligro: “Yo salgo de aquí como presidente o como cadáver, pero no voy a perder mi dignidad”, dijo también el mandatario ecuatoriano.

Y vaya si salió. Felizmente, el presidente Rafael Correa se liberó de su extraño cautiverio hospitalario y anunció firmeza ante los golpistas, con el respaldo de Latinoamérica. También de España. Unos 250 militares se pusieron a sus órdenes y le dieron protección en el palacio presidencial de Quito. El frustrado golpe de Estado ya es historia. La clave está ahora en determinar quiénes fueron los autores intelectuales de ese golpe que heló el corazón de los demócratas y segó la vida de al menos cinco personas, al tiempo que resultaban heridas otras doscientas.