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sábado, 18 de mayo de 2024 08:42h.
Opiniones

La crisis del país no es solo económica

El líder de Ciutadans, Albert Rivera, llevó su desnudo a la política hace ya tiempo. El flamante independentista Joan Laporta ha cambiado el Barça por una actriz porno que le acompaña. El también independentista, en este caso más genuino, Joan Puigcercós se puso detrás del reparto de preservativos y lubricantes.

El líder de Ciutadans, Albert Rivera, llevó su desnudo a la política hace ya tiempo. El flamante independentista Joan Laporta ha cambiado el Barça por una actriz porno que le acompaña. El también independentista, en este caso más genuino, Joan Puigcercós se puso detrás del reparto de preservativos y lubricantes. Una joven actriz contratada por el PSC siente un orgasmo al votar, se supone que por el socialista Montilla. La liberal y ex dirigente popular Montserrat Nebrera hace un vídeo con jadeos y comenta qué podría suceder si se quitase la toalla con la que aparece al final de su debut en el mundo de la ficción. Así está siendo una parte de la campaña electoral de Cataluña, por no hablar, como dice Llucia Ramis, de la obscenidad denigrante del PP con respecto a la inmigración, que la escritora interpreta como puro hardcore. ¡Bienvenidos los votos con orgasmo!, concluye su artículo de El País el escritor Manuel Rivas.

No estaría mal el júbilo que acompaña al bueno de Manolo si, además de sexo y hardcore, hubiese algo más en la campaña electoral catalana, donde el favorito, Artur Mas, decidió hace ya tiempo mantener un perfil bajo, consciente de que, como le pasa a Rajoy, cuanto menos meta la pata y menos hable de economía, mejor le irá. Al menos en esto coinciden Cataluña y España: a sus gobernantes, Montilla y Zapatero, les abrasa la crisis, y a sus adversarios, Mas y Rajoy, no les interesa ofrecer recetas alternativas, conscientes como son de que si dicen la verdad asustarán a la gente y de que para decir mentiras, mejor estar callados.

Claro que la reflexión no acaba ahí, sino en los ciudadanos, a quienes los asesores políticos no parecen considerar con muchas luces. ¿Son tan distintos los españoles o los catalanes de los griegos o los estadounidenses? ¿Y, sobre todo, son tan distintos ante la crisis? Ni en Grecia ni en Estados Unidos, donde hubo elecciones recientemente, se eludió hablar de lo que más le importa ahora mismo a la gente. Y no por ello dejaron de hablar de sexo.

Por fortuna, no falta tampoco quien dé la cara. “Son momentos duros, pero aínda estamos aquí. Xuntos, con ilusión, sobre todo, cun proxecto”, dijo ‘Pachi’ Vázquez en su mensaje de este fin de semana a los socialistas gallegos, al tiempo que arremetía contra el gobierno del PP en la Xunta, por entender que no es capaz de solucionar nada y que se refugia en echarle la culpa de todo a Zapatero, como si Feijóo no tuviese la mayor parte de las competencias microeconómicas en su mano; es decir, las herramientas para luchar contra el paro y para fomentar la inversión privada en Galicia.

Lo más curioso del caso es que existe un amplio consenso a la hora de apuntar a Zapatero como el causante de todos los males, sin que el Gobierno y el PSOE sean capaces de compartir responsabilidades, ni con quienes gobiernan en la Unión Europea, que al final son los que deciden las políticas que canaliza ZP, ni con quienes gestionan los asuntos domésticos; es decir, gobiernos como el de la Xunta.

Cada día parece más evidente que en este país la crisis no es solo económica.