Ha muerto en Miami el ex mandatario venezolano Carlos Andrés Pérez, un político muy ligado a España y, sobre todo, al socialismo español; en particular al ex presidente Felipe González. Los más jóvenes recuerdan especialmente su exilio en Florida y su segunda etapa como gobernante en una Venezuela entregada a la corrupción, pero CAP –así se le conocía en su país– fue mucho más que todo eso. De orígenes humildes, logró abanderar la oposición a la dictadura de Pérez Jiménez, que acabaría exiliado en España, y hacerse hueco en la democracia venezolana, hasta el punto de alcanzar la presidencia (1974-1979) en los años en que su país era conocido como la Venezuela saudí, en pleno apogeo de los petrodólares que le permitían a los venezolanos ir de compras a Miami y decir aquello de “ta barato, dame dos”, expresión que había hecho famosa actriz Malula, como expresión del nuevorriquismo petrolero de su época más dorada.

En esos años España estaba realizando su transición a la democracia, tras la muerte de Franco, y al frente del Partido Socialista emergía el joven Felipe González, que levantó el PSOE gracias al apoyo de los socialistas alemanes, suecos y austriacos, en tiempos de Brandt, Palme y Kreisky, pero también con la ayuda política y económica de la socialdemocracia venezolana de Carlos Andrés Pérez, que por entonces gozaba de un gran prestigio internacional como dirigente de un país cuyo arraigo democrático causaba envidia en toda América Latina, ya que su dictador, Pérez Jiménez, había caído a finales de los años 50. CAP era también por aquel entonces vicepresidente de la Internacional Socialista, lo cual le convertía en creador de opinión a través de varios medios internacionales, entre ellos El País, diario del que fue columnista.

En los primeros contactos de Acción Democrática con el PSOE, Galicia tuvo un observador privilegiado: el ‘adeco’ de Brión José María Piñeiro, cuyo restaurante caraqueño, “El Portón”, guardará para siempre muchos secretos de las historias que unen ambos países. En definitiva, Venezuela es importante para España por muy diversas razones, empezando por las personales: cientos de miles de españoles, sobre todo gallegos y canarios, recompusieron allí sus vidas.

Carlos Andrés –“ese hombre sí camina”, decía uno de sus mensajes de campaña en los años 70– es hoy una figura controvertida pero también es indiscutible que dejó su huella en la historia de Venezuela, quizá en una década, la de los setenta, para bien, y en otras (1989-1993), para mal. Visionario en su país, en su apuesta por Felipe González tampoco se quedó atrás. Y en este caso vuelve a desatarse la dualidad en las valoraciones: para bien en el impulso de la socialdemocracia en España, para mal en la mezcla de ambos en asuntos de negocios que tuvieron como protagonista al empresario venezolano Gustavo Cisneros. Carlos Andrés y Felipe no terminaron muy bien que digamos o al menos esa es la impresión que trasladaba últimamente el entorno del ex presidente venezolano. La historia irá aclarando las cosas que no sabemos.