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sábado, 20 de abril de 2024 15:08h.

Pierde Zapatero, gana Felipe

A pesar de su estrepitosa derrota electoral el 20-N, el PSOE ha reaccionado con serenidad y no ha querido entregarse a ninguna revolución, sino más bien al espíritu de los ochenta, la década de los éxitos de Felipe González.

A pesar de su estrepitosa derrota electoral el 20-N, el PSOE ha reaccionado con serenidad y no ha querido entregarse a ninguna revolución, sino más bien al espíritu de los ochenta, la década de los éxitos de Felipe González.

La nueva ejecutiva del PSOE, con un apoyo del 80%, permite ver casi un calco del equipo electoral de Alfredo Pérez Rubalcaba, con algunas concesiones a los seguidores de Carme Chacón, quien se ha quedado fuera de la ejecutiva y de la dirección del grupo parlamentario. Todo bastante previsible, una vez que ha perdido "Zapatero con faldas", según la expresión de Rodríguez Ibarra, y que, en el fondo, ha ganado Felipe González, uno de los mentores de RubalcabaElena Valenciano será la persona de confianza del flamante líder socialista, como ‘número dos’, y en la presidencia estará de nuevo un andaluz, ya que José Antonio Griñán coge el relevo de Manuel Chaves. A Rubalcaba seguramente que no le hace mucha gracia tener en ese puesto a Griñán, que no le apoyó, pero tampoco le quitará el sueño, ya que sabe que la presidencia del PSOE está en una vía que no lleva a ninguna parte.

Los cuatro socialistas que van a afrontar elecciones próximamente estarán todos ellos en la ejecutiva, empezando por José Antonio Griñán y Javier Fernández, que competirán en Andalucía y Asturias el mes que viene, y terminando por Patxi LópezPachi Vázquez, que serán los siguientes en tener elecciones en Euskadi y Galicia, ya en marzo 2013, salvo que haya adelantos que tampoco hay que descartar. Eduardo Madina, que suena como hombre de futuro en el PSOE, también forma parte del equipo de Rubalcaba, en el que Óscar López será secretario de Organización y, en consecuencia, el 'número tres'.

El PSOE ya tiene, por tanto, líder y equipo de dirección en Ferraz y en el Congreso, y el tiempo dirá qué sucede con su cartel electoral en las generales de 2015. De entrada se sabe que los simpatizantes podrán votar el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, lo cual suena bien –se nota la influencia del socialismo francés-, aunque chirría un poco con que los militantes socialistas no puedan elegir directamente a su secretario general, sujeto al criterio de un millar de delegados en un partido con un cuarto de millón de militantes.

> OTR 05-02-12