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jueves, 18 de abril de 2024 22:57h.

Mercedes también falla

¿Se imagina que le digan que debe cambiarle el volante a su coche porque lo ha girado demasiadas veces? Pues si tiene un Mercedes puede sucederle algo peor. Nada menos que con los frenos. Y no precisamente por haber consumido las pastillas de freno, sino por haber ‘consumido’ el propio sistema de frenado. No es ninguna broma ni un chiste de mal gusto. Pero la pesada ‘broma’ de Mercedes cuesta más de 2.200 euros.

¿Se imagina que le digan que debe cambiarle el volante a su coche porque lo ha girado demasiadas veces? Pues si tiene un Mercedes puede sucederle algo peor. Nada menos que con los frenos. Y no precisamente por haber consumido las pastillas de freno, sino por haber ‘consumido’ el propio sistema de frenado. No es ninguna broma ni un chiste de mal gusto. Pero la pesada ‘broma’ de Mercedes cuesta más de 2.200 euros.

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Miles de turismos Mercedes de las clases SL y E, montados en Alemania sobre carrocerías denominadas en código interno R230 y W211, respectivamente, continúan sufriendo problemas graves en sus frenos, debido al llamado Sensotronic Brake Control (SBC), sistema de frenos fabricado por la también alemana Bosch.   > Frenos SBC de Mercedes, averiados

La caducidad de dicho sistema electro-hidráulico va ligada al uso del propio freno, algo inusual en el sector del automóvil.

“Suceso que ocurre después de un cierto uso”

Mercedes-Benz admite la necesidad de sustituir la unidad hidráulica de referido sistema SBC, “suceso que ocurre después de un cierto uso”, como reconoce el propio presidente y consejero-delegado de Mercedes-Benz España, José Luis López-Schümmer en una carta que obra en poder de este periodista.

En España, el fabricante germano asume en ciertos casos las reposiciones de la denominada unidad SBC, pero en otros no, obligando a sus propietarios a reparaciones que superan los dos mil euros. Un concesionario de la marca Mercedes acaba de facturar por una reparación así 2.279,85 euros, tras considerar su empresa matriz que “no se trata de una avería”, sino de “una pauta de mantenimiento, necesaria para que un sistema tan preciso (sic) pueda funcionar”, según palabras de López-Schümmer dirigidas al cliente.

La red ya recoge numerosos testimonios de propietarios de vehículos Mercedes que relatan sus desagradables experiencias, tanto con Mercedes como con Bosch.

Mensajes similares pueden leerse en diversos idiomas, en otros países, si bien el caso no ha saltado todavía a los medios de comunicación de masas, donde Mercedes y Bosch son anunciantes habituales.

Los frenos afectados son electro-hidráulicos y los fallos, que siguen produciéndose en vehículos fabricados en la primera mitad de la pasada década, son de origen electrónico. Mercedes ya no equipa ahora sus vehículos con dicho sistema, pero hay conductores de modelos de otros años que siguen expuestos al riesgo de quedarse sin frenos.

Según expertos en mecánica del automóvil, el problema se deriva de la caducidad de parte del sistema de frenado. Cuando se producen alertas, es posible leer el mensaje “sistema de retención averiado” u otros similares, menos comprensibles para los usuarios.

Mercedes ya tuvo que dar marcha atrás

El propio presidente y consejero-delegado de Mercedes-Benz España, José Luis López-Schümmer, reconoce que la marca alemana reemplazó recientemente el referido sistema por otro denominado Adaptive Brake (ABR). En la práctica, supone la vuelta de Mercedes a su sistema anterior hidráulico.

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El problema de imagen para una marca de vehículos de lujo como Mercedes es grave. En ese sentido, Mercedes ha optado por evitar el pago de las costosas reparaciones a algunos conductores, a otros les ha cobrado solo una parte y a otros les ha obligado a costear el arreglo íntegro del SBC.  > López-Schümmer

“No esperes a que te salga el aviso. Te vas a matar”, alerta un conductor en un foro de internet sobre este controvertido asunto. “Me parece inconcebible que Mercedes-Benz ponga en peligro a conductores que confían en esta marca alemana y que encima no les compense económicamente tras propiciar semejante problema”, ha declarado otro afectado. La arbitrariedad existe: “A mi me sucedió una cosa muy parecida a la que describes y me cambiaron el SBC con tubos y todo, coste: 0 €”, relata otro conductor en la red. Por otra parte, en enero de 2008, la actriz Ana García Obregón denunció públicamente que había perdido el control de su Mercedes debido a una posible manipulación de los frenos de su vehículo.

Qué es el SBC

Según la web especializada autocity.com, el denominado Sensotronic Brake Control (SBC) es el nombre de un sistema de frenos controlado electrónicamente, fabricado por Bosch, que Mercedes-Benz incorporó, sin éxito, en algunos modelos. 

Sobre el papel, con el SBC de Bosch, las actuaciones del conductor sobre el pedal del freno son convertidas en impulsos eléctricos que son conducidos a un microprocesador donde, en combinación con las señales emitidas simultáneamente por varios sensores, y dependiendo de la situación de conducción en ese momento, se calcula la presión óptima de frenado para cada rueda. Otra cosa es el final del relato.

En teoría, la propiedad que tiene el SBC de reconocer instantáneamente las intenciones de frenado del conductor y de aplicar las fuerzas de frenado de manera óptima en cada rueda, en función de cada situación, se traduce en una reducción de la distancia de frenado de un 3% cuando se circula a 120 Km/h. El riesgo está cuando deja de funcionar y se enciende una alarma roja. Por increíble que parezca, “cada vez que se toca el freno se reduce la capacidad del SBC y, por tanto, se avanza hacia su caducidad”, explica un mecánico consultado, conocedor de la mecánica de Mercedes y de este sistema de Bosch, cuya reparación cuesta más de 2.200 euros, como puede comprobarse en la factura adjunta.

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Vehículos afectados

En total puede haber en el mundo cerca de 700.000 vehículos afectados por el sistema SBC de Bosch, una vez instalado en los modelos de Mercedes de la Clase E y SL, si bien algunos de estos vehículos ya fueron retirados de la circulación.

Las unidades de la Clase E fabricadas defectuosamente empezaron a producirse en marzo de 2002 y los de la Clase SL, de alta gama, en octubre de 2001.

En algún momento, desde Mercedes argumentaron que el sistema hidráulico adicional podría garantizar el mantenimiento de la intensidad de los frenos pero las señales en rojo de sus sistemas de alerta contradicen esta versión. Cuando las víctimas del SBC acometen las reparaciones terminan pasando por caja, salvo en aquellos casos en los que la arbitrariedad de la marca se convierte en generosidad.

Mercedes-Benz ignora, por ejemplo, que no existe prescripción de garantía por defectos graves, como explica la revista OCU de este mes. @J_L_Gomez