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viernes, 29 de marzo de 2024 05:25h.

Las cuentas, claras

Es tal la demonización que se hace del sector público que mucha gente cree que el Estado es un desastre. Es verdad que es posible corregir muchas ineficiencias de las administraciones, del mismo modo que la corrupción, pero no lo es menos que el principal problema del endeudamiento de España no es público, sino privado.

Es tal la demonización que se hace del sector público que mucha gente cree que el Estado es un desastre. Es verdad que es posible corregir muchas ineficiencias de las administraciones, del mismo modo que la corrupción, pero no lo es menos que el principal problema del endeudamiento de España no es público, sino privado. Situémonos: en números redondos, la deuda total española equivale a cuatro veces el PIB, que es la medida convencional de la riqueza generada por el país en un año. Hablamos, por tanto, de más de cuatro billones de euros.

¿Cómo se distribuye la deuda? La gran masa del endeudamiento del país, más del 80%, es de origen privado y casi dos tercios corresponden a los bancos y las empresas. La deuda pública apenas superaba el 15% del total en 2011. Otra cosa es que el riesgo país lo asuma –y pague- el Estado. Primera conclusión, por tanto: el riesgo de la deuda no está solo en el Estado, sino en el conjunto del país, debido a que las familias y las empresas obtuvieron mucha financiación exterior durante los años del boom inmobiliario, a medida que los bancos y las cajas les prestaban dinero que captaban en los mercados internacionales. Así fue hasta que estalló la burbuja inmobiliaria. Segunda conclusión: para salir a flote es fundamental rebajar el coste de la financiación, ya que de lo contrario no podrá pagarse la deuda ni seguir tomando recursos en los mercados. El colapso es público y privado.

¿Por qué el Estado tiene tanto déficit? Básicamente, porque tiene muchos menos ingresos que en los años de bonanza. El gran pinchazo tiene que ver, a su vez, con el sector privado, debido a la caída en picado del impuesto de sociedades. A día de hoy, el resultado es que el déficit público anda por los 53.000 millones en 2012, cantidad que no es muy distinta de la suma del coste del desempleo y de los intereses de la deuda. En otras palabras, si se redujese el desempleo y bajasen los costes financieros se reduciría el déficit. Para ambos objetivos, es clave el papel de la Unión Europea que gobierna Alemania. El desempleo solo bajará si hay crecimiento económico –algo posible si Merkel abre la mano en su Agenda para el Crecimiento- y la prima de riesgo española caerá si el Banco Central Europeo decide emitir eurobonos. En ese sentido puede haber novedades: una opción sería que, tras los ajustes, haya eurobonos al menos para una parte de la deuda, aunque otra parte se tenga que pagar a precios de mercado como ahora. @J_L_Gomez

>OTR 29-04-12