La deuda española y la alemana
En el mundo de hoy, hay noticias financieras que aparentemente resultan tan llamativas como contradictorias. Un ejemplo: ¿por qué un inversor pierde dinero comprando bonos alemanes teniendo rentabilidades del 6% si adquiere bonos españoles? Podría pensarse que España está tan mal que hay riesgos de impago para los inversores que desaprovechan ese alto interés y terminan soportando un interés negativo cada vez que adquieren bonos alemanes. Y de hecho hay gente que escribe esas cosas, pero la realidad no es tan apocalíptica.
Veamos una posible explicación. En el mundo hay muchas compañías de seguros, fondos de pensiones, bancos, cajas, fondos soberanos, seguridades sociales, bancos centrales y fundaciones que sólo pueden comprar y tener en cartera activos con un rating por encima de cierto nivel, por ejemplo AA+. Y dado que estos actores de los mercados mueven cifras astronómicas son los que marcan la tendencia. Es más, normalmente los consejos de administración que mandatan a ese tipo de gestores fijan unos criterios muy estrictos: por ejemplo, sólo renta fija pública en euros y dólares, rating mínimo AA+, plazo máximo de 3 años, cupones anuales, depósitos en cierto tipo de entidades, liquidez máxima en 7 días, etcétera. Y esos requisitos ya los cumplen contados emisores.