Buscar
viernes, 19 de abril de 2024 14:45h.

Esta crisis va para largo

La devaluación económica de España es evidente y parece irreversible, al menos durante un tiempo indefinido. Lo que sí sabemos es que el paro subirá hasta el 24,3% y se destruirán 630.

La devaluación económica de España es evidente y parece irreversible, al menos durante un tiempo indefinido. Lo que sí sabemos es que el paro subirá hasta el 24,3% y se destruirán 630.000 empleos, camino de los seis millones de parados, fruto de una economía en recesión que puede cerrar 2012 con una caída del PIB del 1,7%, cifra que coincide con la del FMI y que supera la previsión de la UE (1,5%). Y todo eso contando con un objetivo de déficit para este año del 5,8%, casi un punto y medio por encima del 4,4% al que se había comprometido Zapatero con Bruselas. De tener que ir al 4,4% previsto, casi es mejor no calcular las consecuencias sociales de semejante hipótesis, de momento descartada por una audacia de Rajoy pero no por Merkel ni, lo que es peor, por los mercados donde España financia su economía. Pero ¿cómo se repartirá esa tremenda devaluación económica y social entre ricos y pobres?

De momento, el ajuste está recayendo en los más débiles, que están en el paro y no siempre con cobertura, y en la clase media, asomada a una caída generalizada de ingresos, tanto por la subida del impuesto de la renta como por las rebajas salariales que van llegando con la reforma laboral. Las rentas de capital ya tienen menos motivo de queja.

Cuesta dar una sola noticia positiva o cuando menos alentadora porque España sigue sin modelo económico alternativo a la construcción y el discurso político dominante se reduce a la austeridad presupuestaria, sin medidas de acompañamiento, lo cual no tiene precedentes en la historia de la economía moderna. Por no haber, ni siquiera hay un horizonte claro en Europa, donde hasta que pasen las elecciones francesas y alemanas parece improbable intuir cambios de fondo. Entre unas cosas y otras, con tijeretazos y elecciones, nos situaremos en 2013, el año comprometido en el llamado Pacto de Estabilidad para cumplir con el 3% de déficit. Hasta entonces, millones de personas lo van a pasar mal. Y después, cualquiera sabe...

Maniatada por su endeudamiento público y privado, España sigue en manos de Alemania y de los mercados, cuya reacción será decisiva para que Rajoy pueda mantener sus nuevos planes de déficit. @J_L_Gomez

> OTR 03-03-12