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viernes, 29 de marzo de 2024 14:59h.

El ejemplo del Santander

¿Se imagina alguien que una de las peores ligas de fútbol del mundo diese el campeón de la Intercontinental, lo que hubiera supuesto ganar previamente la Champions o la Copa Libertadores de América? Probablemente, no.

¿Se imagina alguien que una de las peores ligas de fútbol del mundo diese el campeón de la Intercontinental, lo que hubiera supuesto ganar previamente la Champions o la Copa Libertadores de América? Probablemente, no. Pues bien, la denostada liga bancaria española ha hecho coincidir su rescate financiero con la elección de un banco español, el Santander, como el mejor del mundo, torneo que organiza la revista financiera británica Euromoney. Por si fuese poco, el banco de Botín fue designado también mejor banco en cinco países, entre ellos nada menos que Reino Unido, donde está la City. Todo tiene su explicación: el Santander no es hoy solo un banco español, es un banco global. Traducido al fútbol supondría que el Barça o el Madrid solo jugasen en España la Copa del Rey y que su acceso a la Intercontinental se produjese desde una liga internacional, no desde una liga española venida a menos.


En medio de tan malas e inquietantes noticias para bancos y cajas, España –y no solo el equipo de comunicación del Santander que encabeza Juan Manuel Cendoya– debería saber ‘vender’ bien esta noticia en los mercados. E incluso otra, la elección de CaixaBank como la mejor entidad de España, ya que tiene su mérito que lo sea siendo a la vez la primera entidad financiera doméstica, dado que el Santander es el primer banco por su presencia internacional, pero dentro de España el líder es Caixabank. En otras palabras, a pesar de ser líder y correr, por tanto, más riesgos en el mercado, Caixabank ha conseguido sortear mejor que otros la alocada crisis del ladrillo.

Ambas noticias ponen también sobre el tapete dos cosas: una, que no todos los bancos españoles son un desastre y dos, que unos supieron gestionar la burbuja inmobiliaria y otros no, de lo cual se desprende a su vez otra conclusión: hubo buenos gestores en Santander y Caixabank y malos gestores en otras entidades a las que ahora hay que rescatar, no solo con graves consecuencias para sus clientes accionistas, sino también para el conjunto de España y sus contribuyentes. @J_L_Gomez

>OTR 070712